Plantas que viven del aire

Parece que es algo imposible, pero no, es posible, hay plantas que viven del aire y necesitan muy pocos cuidados. Son las Tillandsias, un género de plantas epífitas que viven originalmente sobre otras plantas pero sin parasitarlas, solo usándolas como apoyo. Con el tiempo, por su vistosa floración y su fácil manejo pasó a usarse como plantas ornamentales y de ahí ya surgieron distintos cultívares o variedades de jardinería.

¿Y de qué viven entonces? Como dicen nuestros amigos de egoi plants, especialistas en tillandsias, las plantas de aire no necesitan tierra, sirve cualquier material que les dé soporte para su establecimiento. Los minerales los obtienen del polvo del aire y del agua. Por eso se pueden poner en muchos sitios, tanto en exterior como en interior: un balcón, un porche, una habitación o la misma oficina donde trabajamos.

¿Qué es lo que necesitan? Lo que sí o sí necesitan es una buena iluminación, no necesariamente luz directa del sol porque en sitios calurosos podrían desecarse, pero sí luz abundante natural o incluso artificial, que también la aprovechan. Con deficiencia de luz no es que se mueran pero la floración no va a ser tan vistosa o puede que hasta no haya.

Y también necesitan humedad. En su hábitat natural crecen en zonas donde el aire está cargado de humedad así que la toman del aire. De ahí también que se diga que viven del aire. Si la tillandsia la vamos a tener en un sitio con humedad relativa alta, como pueda ser la costa o lugares lluviosos, no vamos a necesitar regarla, a no ser que sea una zona muy calurosa o haya épocas en las que el aire esté muy seco. Pero como se trata de tener la planta en las mejores condiciones y obtener una floración extraordinaria, lo más conveniente es regarlas, y lo podemos hacer de dos formas:

-Por pulverización: una o varias veces al día, según las condiciones en las que se encuentre, y mediante una simple rociada con un pulverizador. La planta ya se encarga de absorber el agua.

-Por inmersión: cogemos toda la planta y la sumergimos en agua durante unos minutos, entre 15 y 30, y así la tenemos hidratada para unos días dependiendo de las condiciones ambientales.

El agua ha de ser ligeramente ácida, con un pH algo inferior a 7. En zonas de aguas calizas habrá que tener cuidado y mezclar para bajar el pH.

Hay otra condición medioambiental a tener en cuenta y es la temperatura. Lo ideal es que sea entre 15 y 25 grados. Pero se mantiene a temperaturas inferiores, si solo es una época, y no baja de 0ºC porque se hiela. Y con temperaturas superiores hay que vigilar que no se deshidrate.

Os dejo un vídeo de un Clavel de aire (Tillandsia aeranthos), una planta común y muy representativa de este grupo de la familia de las bromeliáceas.

Y llegados hasta aquí os animo a que probéis a cuidar una tillandsia, que es muy agradecida y seguro que lo haréis muy bien siguiendo estos sencillos consejos.

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